El concepto datos abiertos apareció por primera vez en 1995, en un documento de una agencia científica en Estados Unidos...
El concepto datos abiertos apareció por primera vez en 1995, en un documento de una agencia científica en Estados Unidos. Los investigadores fueron los primeros en percibir los beneficios de la apertura y del intercambio de datos. El planteamiento es que los datos públicos son un bien común, al igual que las ideas científicas y, por lo tanto, se deben compartir.
En diciembre de 2007, treinta pensadores y activistas de Internet celebraron una reunión en San Francisco. Su objetivo era definir el concepto de datos públicos abiertos y lograr que los candidatos a la presidencia de Estados Unidos lo adoptaran. De esta forma surge el movimiento de datos abiertos.
Un año después, cuando el presidente Barack Obama asumió el cargo en la Casa Blanca firmó tres memorandos presidenciales. Dos de ellos se referían al gobierno abierto, del que los datos abiertos son uno de sus pilares.
El movimiento de datos abiertos lo que intenta es que, por defecto, los datos y la información pública deben estar disponibles en línea, incluso antes de ser reclamados por terceros. Esta idea está directamente inspirada en el enfoque y la práctica del código abierto de los programas informáticos (software), construido sobre tres conceptos: apertura, participación y colaboración.
Como consecuencia de este movimiento, se redactó la Carta Internacional de Datos Abiertos , que es un conjunto de principios y mejores prácticas para la divulgación de datos abiertos gubernamentales. La Carta fue adoptada formalmente por diecisiete gobiernos de países, estados y ciudades en la Cumbre Global de la Alianza para el Gobierno Abierto en México, celebrada en octubre de 2015. Actualmente, 99 gobiernos nacionales, locales y municipales se han adherido a la Carta.
Esta Carta es una iniciativa multilateral y colaborativa, que ha sido apoyada por gobiernos, organizaciones de la sociedad civil, sector privado y expertos en la materia. El objetivo principal de la Carta es fomentar una mayor coherencia, adoptar e implementar los principios de datos abiertos y establecer estándares y buenas prácticas en distintas instituciones, gobiernos nacionales y locales alrededor del mundo.
La Carta de Datos Abiertos no es legalmente vinculante según el derecho internacional o nacional y, por lo tanto, no crea derechos u obligaciones legales. Sin embargo, los gobiernos que han adoptado la Carta se comprometen a apoyar sus principios. Los principios de la Carta de Datos Abiertos definen las bases sobre cómo se debe acceder, utilizar y compartir los datos de un gobierno.