Uno de los ejes del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, es erradicar la corrupción en México. Que este sea el primer eje que haya impulsado el presidente Andrés Manuel López Obrador, no es casualidad. La visión del titular del Poder Ejecutivo Federal es clara: no puede haber desarrollo si hay corrupción. De aquí la importancia de combatirla. Solamente así se podrán garantizar mayores niveles de bienestar para los mexicanos.

La Secretaría de la Función Pública (SFP) trabaja con este horizonte a la vista. Su meta es que lo público funcione y que lo haga con probidad. Para lograrlo, es importante generar una cultura anticorrupción. Qué mejor que hacerlo por medio de medidas preventivas, producto de la reflexión, como el ejercicio que aquí se presenta. La calidad de los artículos académicos y la instancia internacional coeditora garantizan la seriedad del trabajo.

A lo largo de los diez textos que tiene a su vista, el lector podrá descubrir cómo es que el desarrollo y la corrupción pueden relacionarse. Lo más relevante consiste en conocer los mecanismos causales que generan que la presencia de una variable (corrupción) imposibilita que la otra (desarrollo) se despliegue de manera óptima.

Cada autor describe y analiza estos vínculos desde perspectivas diferentes. Todas, sin embargo, desde el uso de datos, el examen de instituciones legales y la atención a los mecanismos políticos. El prestigio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) compromete la virtuosidad del trabajo interinstitucional e internacional. Al final, el trabajo de las dos instancias, PNUD y SFP, converge en un punto: que las personas puedan vislumbrar un futuro más prometedor, conociendo los obstáculos que enfrentan y que deben abatir a través de caminos institucionales.

La obra intenta avanzar hacia ese estadio. La transformación de la vida pública del país en la que trabaja este gobierno: acabar con la corrupción para que en México se alcancen niveles más altos de desarrollo. Visualizar PDF